'A Treasury of Great Recipes', el legado culinario de Vincent Price

Poco podía imaginar que, hojeando un blog culinario*, daría con esta joya literaria escrita por un actor con la dimensión mítica de Vincent Price. A Treasury of Great Recipes es un compendio de exquisitas recetas seleccionadas durante sus múltiples viajes alrededor del mundo, tras visitar los mejores restaurantes de la época y escrito en colaboración con su segunda esposa Mary. Visto así, podría parecer simplemente un ejemplar más de muestrario con platos exóticos y sofisticados; pero tratándose de Vincent, sería un desprecio indigno de un buen cinéfilo. La verdad es que leer este treasury, no sólo tiene interés desde el punto de vista gastronómico, sino que supone un apetitoso viaje en el tiempo y también un genuino testimonio de filosofía de vida. No se me ocurre una mejor manera de amenizar una buena sesión de cine que con una estupenda tanda de recetas à la Vincent Price. Prepárense para una vuelta al mundo, sin salir de la cocina.

Son muchos los actores a los que se les conocen aficiones o talentos más allá de su labor cinematográfica, algo que te acerca más a la persona y que, en muchos casos, aumenta su aura legendaria, si cabe. Uno de ellos fue, Vincent Leonard Price Jr. Aunque para algunos sea conocida la faceta gourmet del actor, quizás no lo sean tanto las diversas publicaciones que Vincent elaboró a lo largo de su vida*. De todas ellas, A Treasury of Great Recipes supone su libro de recetas más espléndido.

Un Vincent Price contemplativo, en una de las imágenes del libro A Treasury of Great Recipes.

Una de las razones por las que este libro es tan especial, es el sumo cuidado con el que está realizado. Además de sus recetas, dispersa por todo el volumen, se encuentra una esmerada amalgama de fotografías e ilustraciones, a cuál más evocadora. Cada restaurante está presentado con una reproducción del menú que, como todo buen coleccionista, Vincent se llevó después de cada visita. Ésta es una de las curiosidades mejor guardadas de éste ejemplar sin parangón. Por si fuera poco, en la parte final del libro, nos encontramos una amplia y práctica sección con tablas de equivalencias, de calorías y unas páginas de anotaciones para que cada uno pueda dejar constancia de sus vinos y recetas favoritos. El sueño de todo amante de series con la ambientación de Mad Men (2007-2013, Mathew Weiner) o de Pan Am (2011-2012, Jack Orman) hecho realidad, para que os hagáis una idea. 

De manera única –es inevitable escuchar de algún modo la inconfundible voz de Vincent Price mientras lo lees–, sin pretensiones y con mucho humor, este libro da comienzo con una invitación y con una promesa, como las que el matrimonio Price recibiera de los chefs que les cocinaron. Mediante esta sencilla y valiosa premisa, se inicia un viaje desde Europa hasta América, desde México hasta Francia, con parada incluida en España para mayor interés. No os pienso avanzar nada sobre ello, ya que los comentarios de cada país o de cada local visitado, son impagables y merecen ser leídos en primera persona. Con un humor sutil e irónico, se nos hace partícipes de las idiosincrasias de cada región y de las geniales impresiones que de ellas sacó este singular matrimonio. Un profundo conocimiento culinario y una aguda capacidad de observación, se transmiten de la manera menos afectada posible. Digamos que sus palabras son el perfecto acompañamiento a las recetas del libro, algo así como la necesaria armonía que para los gourmets debe existir entre vino y comida.

Imagen de una de las páginas que componen el índice. 

No faltan tampoco las referencias a Hollywood y a su estilo de vida, algo que el matrimonio Price conocía de primera mano. Tal y como se les describe en la introducción, a pesar de vivir rodeados de ese ambiente, no se identifican con él. Se destaca, no obstante, que tampoco renegaban en absoluto de su perenne vinculación a la meca del cine, ya que a ella le debían su fama y su sustento. Después de todo, Vincent Price fue esencialmente un actor de cine y su mujer Mary Grant*, desempeñó su profesión de diseñadora de vestuario, tanto en la gran pantalla como en el teatro. No es de extrañar pues que el apartado dedicado a Estados Unidos y, especialmente a California, sea el más extenso en cuanto a recetas se refiere. Hoteles, restaurantes y clubs regentados por antiguas leyendas del celuloide, constituyen la ración de cinefilia que una servidora necesitaba también.

Otra debilidad para mí, son sus ilustraciones  –como ya he mencionado antes– y es que la parte gráfica, como bien sabéis, me interesa. En sus créditos se señala al ilustrador y diseñador gráfico alemán, Fritz Kredel, como su artista principal. Todas y cada una de las secciones de este libro, están precedidas por uno de sus trabajos. Algunos de ellos parecen, a juzgar por el trazo, un boceto de una escena en particular. Su efecto en la página es el de aquellos apuntes o pequeños esbozos recogidos por el ilustrador, como si del propio Vincent Price se tratara. Las fotografías, por otra parte, son obra de varios profesionales, entre los que destacan William Claxton*, Tosh Matsumoto y Eliot Elisofon que trabajaba entonces para la revista LIFE. Sus nombres puede que no os resulten familiares, pero son una representación de algunos de los mejores retratistas y fotodocumentalistas de la época.

Ejemplo de ilustración del libro, obra de Fritz Kredel.

Mi asombro fue máximo al comprobar la excepcional preocupación de Vincent y su entonces mujer Mary, por ofrecer una visión funcional de las recetas sin renunciar a la sofisticación, por adaptarlas –en la medida de lo posible– a la cocina doméstica. Me parece extraordinario que un libro publicado por primera vez en el año 1965 sea tan actual en el enfoque de la gastronomía, pues además de esta parte práctica, también se observa una concepción de la cocina muy similar a la evolución que esta disciplina ha tomado. 

Confirmar que muchos de los restaurantes que nos recomiendan, pueden aún localizarse y visitarse, es algo que también me asombró de A Treasury of Great Recipes. Una simple búsqueda a través de internet, revela que el buen ojo del matrimonio Price, es también atemporal. Y es que Vincent Price no sólo vivió su vida, sino que la degustó y la paladeó, como sólo los grandes saben hacerlo. Sin perder un gramo de humor o de perspectiva, supo disfrutar y difundir sus dos grandes pasiones, el arte y la gastronomía. Es por eso que éste es sin lugar a dudas el libro de cocina más preciado que tengo en mi haber, otra inclinación que también comparto con Vincent. En definitiva, un recuerdo del pasado que cuál arqueólogo –salvando las distancias–, ha significado para mí, la satisfacción que debió suponer el descubrimiento de la tumba de Tutankhamon.

Detalle de una de las últimas secciones del libro, en la que se incluye una explicación
 de las diferentes formas de doblar las servilletas y presentarlas en la mesa.

Para los que Vincent Price sea un referente, para todos aquellos que disfruten de la cocina como una experiencia más allá de su ingesta y para los que os encante perderos en los detalles, éste es vuestro libro. No lo dudéis u os arrepentiréis, tal vez hoy no, tal vez mañana tampoco, pero pronto y por el resto de vuestras vidas. Su título no exagera en absoluto, este libro es verdaderamente un tesoro.

*blog culinario 'Suzie, the Foodie'
Para todos aquellos interesados también en la cocina y en productos de todo el mundo, os recomiendo consultar también el blog de esta canadiense en el que, cada cierto tiempo y aunque no lo parezca en un principio, es fácil encontrar sugerencias como la del libro de Vincent Price. Aquí podéis leer el post que me abrió las puertas de, lo que para mí supuso, el Santo Grial de los libros cinéfilo/culinarios. 

*libros de cocina publicados por Vincent Price 
Los conocimientos adquiridos unidos a su pasión e ingenio, fructificaron en una serie de libros entre los que destacan A Treasury of Great Recipes, Mary and Vincent Price's Come into the Kitchen Cook Book (otra recopilación recetas principalmente americanas), y Cooking Price-Wise, basado en un programa de televisión producido por la British Thames Television.

*Mary Grant
(1917-2002) Diseñadora de vestuario estadounidense, aunque nacida en Gales. Trabajó sobre todo en Broadway a principios de los años 40 en obras como DuBarry Was a Lady (1939) o Oklahoma! (1943). A partir de entonces empezó su carrera en el cine, donde destacó con sus trabajos en No somos ángeles (We're No Angels, 1955, Michael Curtiz) o Chantaje en Broadway (Sweet Smell of Success, 1957, Alexander Mackendrick). El suyo, fue el segundo matrimonio de los tres que tuvo Vincent Price y se mantuvo desde 1949 hasta 1973.

*William Claxton
(1927-2008) Fotógrafo norteamericano de moda y música, conocido principalmente por sus fotografías a celebridades como Steve McQueen, Frank Sinatra o Marlene Dietrich; y al mundo del jazz, especialmente al músico Chet Baker. Podéis leer más información en el obituario que le dedicó El Mundo.