Las "llaves" de Hitchcock (II): 'CRIMEN PERFECTO'


Dial M for Murder

Crimen perfecto
(1954) USA
Dial M for Murder (título original)
105 min. Director: Alfred Hitchcock
Reparto principal: Ray Milland (Tony Wendice), Grace Kelly (Margot Mary Wendice), Robert Cummings (Mark Halliday), John Williams (Inspector Hubbard) y Anthony Dawson (Capitán Lesgate o Alexander Swann).


Justo antes de la aclamada Ventana indiscreta (Rear window, 1954), Alfred Hitchcock rodó esta adaptación de la obra teatral de Frederick Knott. En apariencia una película menor del director, esta cinta constituye un ejemplo inmejorable de la construcción del suspense en un espacio limitado. Junto a Náufragos (Lifeboat, 1944) y La soga (Rope, 1948), Crimen perfecto tiene lugar en un sólo escenario (a excepción de alguna breve secuencia). A pesar de estas premisas, Hitchcock consigue una película cuya intriga es constante y que no resulta en absoluto claustrofóbica. Un reto para un director versado en los mecanismos de la percepción humana.

Además del uso del 3D, como ya analizamos en el post anterior, se sirve de otros recursos para enriquecer la historia. Un ejemplo es el uso del color, especialmente en el vestuario, para enfatizar la connotación de determinadas situaciones. Este es el caso del atuendo de Grace Kelly al principio del film. Primero aparece vestida con una prenda clara (de color rosa) junto a su marido para, unos instantes más tarde, mostrarse vestida de rojo con su amante. La contraposición de la inocencia con la pasión, no pasan desapercibidas al espectador. Una vez más, Hitchcock aprovecha cualquier elemento para sugerir, sin necesidad de añadir más escenas, los aspectos de la trama más soterrados. Hay que recordar que ésta era la tercera película que el cineasta rodaba en color, las dos anteriores fueron La soga y Atormentada (Under Capricorn, 1949).


Contraposición de colores y connotaciones en el vestuario de Grace Kelly.


Como el propio nombre indica el suspense no implica propiamente un misterio, sino la dilatación o interrupción de la acción con el fin de crear tensión. Éste es el factor clave de esta cinta en la que el espectador es ya conocedor de la intriga y su único motivo de inquietud es el resultado final de la película. En este sentido, las llaves que aparecen en Crimen perfecto son elementos vehiculares más que objetos con connotaciones añadidas. Del mismo modo que en cualquier historia de misterio, del tipo de Agatha Christie, existe un objeto o una circunstancia que vinculan directamente al asesino con su crimen y sirven para resolver la trama. Éste es el propósito de las llaves en el film. No se nos muestran como piezas que simbolizan determinadas características de los personajes, como en el caso de Encadenados, sino como el eje de un complot para el frustrado asesinato de Margot Wendice (Grace Kelly).


La llave imprescindible para la trama de Crimen perfecto.
La llave imprescindible para la trama de Crimen perfecto.


Sólo las mentes más despiertas son capaces de seguir la elaborada maniobra de las llaves, concebida por uno de los villanos más efectivos y sofisticados que presentó Hitchcock. Ray Milland en el papel de Tony Wendice, interpreta de manera soberbia uno de los manipuladores más desenvueltos que se haya visto nunca en la pantalla. Su intelecto sólo se ve superado por el del Inspector Hubbard, al que da vida el insuperable actor John Williams*. Un secundario magnífico. Este duelo de perspicacia supone uno de los aciertos del film y un aliciente para la audiencia. La contraposición de la arrogancia e ingenio del personaje de Ray Milland, con la aparente indolencia y rutinaria actitud del Inspector Hubbard (uno de los policías más agradecidos del cine) conforman el eje de tensión del film.


Dial M For Murder_Ray Milland
Duelo de intelectos entre los personajes de Ray Milland (izquierda) y John Williams (derecha).

Para acabar, me gustaría destacar el que supone uno de los cameos más difíciles de identificar de Alfred Hitchcock. Es nada más y nada menos, que en la primera mitad de la película, en una fotografía que muestra Ray Milland al que será el perpetrador del crimen y la que aparecen tanto Milland como Hitchcock en un retoque fotográfico. Una vuelta de tuerca a la manera tan personal que tenía Hitchcock de dejar su huella y firma en cada una de sus películas, que sería imitada por ejemplo por Amenábar en la película Los otros. No se olviden de cerrar con llave.


El cameo más intrincado de Alfred Hitchcock.
El cameo más intrincado de Alfred Hitchcock.



*John Williams 
(1903 - 1983) Actor de cine, teatro y televisión británico. Fue uno de los actores secundarios más apreciados por directores como Billy Wilder o Alfred Hitchcock, especialmente, que le dirigió en El Proceso Paradine (1947), Crimen perfecto (1954) y Atrapa a un ladrón (1955); así como en varios capítulos de la serie Alfred Hitchcock Presenta. Para más información podéis consultar: http://www.hitchcockwiki.com/wiki/John_Williams

5 comentarios :

  1. Magnífico texto sobre una de mis pelis favoritas de la genial filmografía de este mago del suspense. Si tienes ocasión y te apetece, escribí una reseña sobre ella en mi blog que creo que te puede interesar. Saludos

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    1. Muchas gracias, Manuel. También es una de mis preferidas, junto con "Encadenados" o "La soga", así que leeré con gusto tu reseña. Un saludo,

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  2. Por favor ¿alguien puede explicarme porque la llave aparece en el escalón, si le habían dicho que las dejara después de matarla, lo que no ocurrió. Tengo una gran discusión con un amigo y creo que lo que pasó es que el asesino abre la puerta y deja ya la llave en el escalón. Gracias

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    1. Exacto, el asesino deja la llave en el escalón después de abrir la puerta, tal y como se lo indica Ray Milland. Lo que ocurre es que Milland confunde dicha llave con la de la propia casa del asesino y la coge. Ahí es donde se equivoca porque la llave, como bien dices, siempre ha estado en el escalón. Gracias a ti.

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